Por qué no seguir dietas estrictas

Hemos hablado ya algunas veces de por qué seguir dietas estrictas no nos ofrece buenos resultados, además de no ser sano. Hoy retomamos el tema en el blog y te proponemos nuestras 8 razones para no seguir dietas estrictas:

1. Las normas que nos marcan las dietas son poco realistas y difíciles de cumplir de forma constante en nuestro día a día. El no cumplirlas nos va provocando pequeñas frustraciones que se acumulan, nos hacen sentir mal y consiguen que perdamos la motivación. 

2. Cada persona es diferente y sigue un ritmo y estilo de vida distintos, cosa que no se tiene en cuenta en una dieta estándar y preestablecida.

3. Existe una gran variedad de productos como para satisfacer al máximo los gustos de cada persona. Las dietas estrictas no nos los proponen. 

4. Cualquier "planning" estricto necesita un fin. Comer es algo que vamos a estar haciendo cada día de nuestra vida, por lo que es más importante aprender a comer, que modificar nuestra rutina durante un determinado tiempo. 

5. Las dietas convierten el comer en una difícil prueba que hay que superar constantemente y no en un hábito saludable, que es lo que debería ser. 

6. Que se nos prohíban ciertos alimentos que nos gustan nos crea ansiedad, cosa que hace que en un momento u otro abandonemos. 

7. Las dietas estrictas nos hacen contar la cantidad de cada producto que ingerimos. ¿Quién va a hacer eso en cada situación de su vida?

8. Los imprevistos surgen en cualquier momento. Las dietas estrictas no nos ofrecen un plan B. ¿Y si tengo una cita? ¿una boda? ¿una cena de empresa?

Aprender a comer de forma saludable y hacerlo a lo largo de nuestra vida es la mejor opción para mantener nuestro peso y ayudar a nuestro cuerpo a estar sano. Para ello no es necesario renunciar de forma absoluta a ningún alimento, sino ser conscientes en cada momento y de forma automática de lo que nuestro cuerpo necesita.