Dedicamos una gran
parte de nuestro día a día a trabajar. Y ¿cuántas veces hemos oído la famosa
frase: ”si amas tu trabajo no tendrás que trabajar nunca”? Evidentemente, poder
trabajar en aquello que amas y te apasiona es un lujo, algo súper positivo y
enriquecedor que probablemente contribuya muchísimo en nuestra felicidad. Pero,
como ya sabemos, no siempre es posible.
Por eso, es muy
interesante buscar una o varias motivaciones que nos den el impulso para ir
a trabajar día a día disfrutando al máximo de lo que hacemos.
Una de esas
motivaciones es el simple hecho de querer mejorar. Al hacer nuestro trabajo
correctamente nos sentiremos bien,
tanto si alguien nos refuerza por ello como si no, ya que nuestra propia satisfacción, en muchos casos, ya será suficiente.
¿Cómo podemos
mejorar en nuestro trabajo para ganar esa sensación positiva? Aquí te mostramos 3
trucos para conseguirlo:
1. Márcate metas. Tanto si por tu tipo de trabajo las metas ya vienen marcadas solas (por
ejemplo, entregar “x” pedidos en un día, conseguir “x” clientes nuevos, hacer
que tus alumnos entiendan los conceptos…) como si no, proponte tus propias
metas. Busca aquello que puedes conseguir y que va a suponer un reto para
ti y una mejora en las horas de tu jornada laboral. Por ejemplo: ser más amable
con los clientes, planificar clases más dinámicas o entendibles, aportar algo
nuevo a tus diseños…. Te dediques a lo que te dediques, busca retos que a la
vez puedan aportar un plus a tu trabajo. Notarás la recompensa.
2. Intenta focalizarte en lo que haces. Cada vez tenemos más distracciones a las que
recurrimos por aburrimiento durante nuestras horas de trabajo. Si conseguimos
dejarlas durante ese rato lejos de nuestro foco de atención, haremos un trabajo
mucho más completo y de calidad.
3. Tómate un descanso, pero de verdad. Igual que es importante mantener la concentración
mientras trabajamos, también lo será desconectar en nuestra pausa.
Para esto, debemos intentar evitar, por ejemplo, seguir hablando de nuestros
posibles problemas de trabajo en nuestra hora de descanso, o llevarnos
trabajo a casa. Descansar de verdad será un factor clave para continuar luego
con toda la energía posible.
Fácil, ¿no? ¿Se te
ocurre algún truco más para conseguirlo?
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